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Esta obra es de Joseph Chuñe Rios bajo licencia de Creative Commons.

viernes, 29 de marzo de 2013

Semana Tranqui


Ya casi termina la semana santa, la he vivido como nunca en compañía de personas significativas, sin embargo no con todas. He vivido con tranquilidad mi semana santa, no hice el recorrido de las iglesias pero si tuve tiempo de meditar y pensar muchas cosas, una de ellas fue el viacrucis que paso Jesús El Cristo.

No he pensando en todas las estaciones de forma desmesurada, o penetrando mucho en ellas si embargo he pensado y tratado de escribir lo que para mi significa cada una. He visto substancialmente mencionar las siguientes:


SEGUNDA ESTACIÓN JESÚS CARGA CON LA CRUZ: La cruz de todos nosotros, se que algunos ya hemos cargado nuestra cruz pero no en su totalidad. El fin de cargar nuestra cruz no es recordarnos que somos pecadores, por el contrario creo que cargar nuestra cruz significa poder admitir nuestra naturaleza humana y llevar a cuestas todo lo que eso significa, ser responsables de las decisiones que tomamos saberlas sobrellevar así los resultados nos den alegrías o penas.

TERCERA, SÉPTIMA Y NOVENA ESTACIÓN LAS CAÍDAS DE JESÚS. Si Dios representado por Dios Hijo en su infinito poder cayó tres veces, yo en mi finita humanidad cuantas veces caeré, pero las caídas no son caídas por hacer las cosas mal, si no son esos momentos en que creemos que todo nos sale mal, que intentamos rendirnos y no seguir mas, por que nos falta la fuerza para continuar. Las caídas de Cristo para mi representan todo lo contrario pues el a pesar de haber estado físicamente exhausto pues fue flagelado cruelmente y haber sido abandonado por sus amigos mas cercanos, demostró que después de cada caída debemos de levantarnos sin importarnos cuan cansados estemos. Siempre hacia adelante.

CUARTA ESTACIÓN. JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE ... En los momentos mas cruciales mas duros de su vida la imagen y la representacion mas sublime que Dios también tuvo. Su madre ahí viéndolo sufrir pero ella no era ajena al sufrimiento de su hijo lo compartia desde el fondo de su corazón y mas aun por ser un hijo bueno, que no le dio sin sabores ni pesares. Nuestra madre al igual que la Virgen ahí presente en todos los momentos de nuestra vida bueno y malos, siempre apoyandonos, siempre vigilando nuestros pasos tampoco es ajena a nuestros sufrimientos ni derrotas. A pesar que no somos los hijos perfectos siempre tenemos sus hombros y sus brazos para sentirnos acompañados en este vía crucis que es la vida.

QUINTA ESTACIÓN JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO ... Es que la vida es así muchas veces nuestro dolor va mas allá de nuestras fuerzas, va mas allá de nuestra comprension, pero debemos y necesitamos contar con el apoyo de alguien que cumpla el rol de nuestro Cireneo. Esa persona que hace que la carga sea menos pesada y al mismo tiempo nos recuerda la condición que no estamos solos en el camino. Que siempre encontraremos a alguien dispuesto a tendernos la mano y terminar nuestro recorrido. El dejar que nos ayude el Cireneo es dejar de lado nuestro orgullo ser humildes pues no siempre podremos solo, Siempre necesitaremos del otro.

Tengo que decirte algo... Semana tranca que he vivido cuanto tiempo te has vuelto en Semana tranqui... con tranquilidad la mente se me va despejando.


lunes, 25 de marzo de 2013

Querida Amante.

Querida amante le escribo esta carta a usted por que se que la leerá. No importa que ya no nos veamos como antes pues la pasión que nuestros cuerpos emanaba como volcán desde lo mas profundo de las entrañas de la tierra ha quedado reducidas a meras cenizas después de una gran erupción, esparcidas por el recuerdo de nuestros cuerpos en la cama.

Sabes que lo nuestro no fueron meros encuentros furtivos a los cuales se entregan dos adolescentes que no tienen experiencia previa en cuestiones del amor, por el contrario en todas esas tardes en las que usted era parte mía, pude descubrir ese fuego en la mirada que poseía pero esas tardes tan pecadoras como calientes la supe tranquilizar y hacerla tan mía como la noche hacen suyas a las estrellas y a la misma luna.

A pesar de saber que lo que hacíamos estaba prohibido nos dejamos arrastrar por la lujuria de haber dejado un amor inconcluso, un amor que en su momento no se vivió y que luego al encontrarnos nuevamente basto una mirada insinuadora para atreverme a mirarla a los ojos sin medir las consecuencias de los actos que vendrían después. Sin importar que su marido halla estado a escasos metros del mismo lugar en donde la invite a bailar y mientras conversamos le dije tenemos que terminar lo que en su momento se inicio pero terminarlo bien.

Las tardes de salidas no se hicieron esperar, tu con el miedo que nos encuentre con quien te habías unido y yo con la total sinvergüencería que me caracteriza llegando ahí, al lugar donde nos encontramos por cerca de dos meses completos. Pues mientras trabajaba quien creía que eras suya todo el día yo te hacia mía todas las tardes con la misma vehemencia con la que el mar choca contra las rocas.

Pero déjeme decirle que esos tiempos han pasado, que la tranquilidad y la confusión de ese tiempo se han disipado, que a pesar que mi lado animal ansia con tantas ganas verla nuevamente desnuda en esa cama que fue tan nuestra y repetir todo otra vez, mi lado humano me repite que esa historia ya paso, que lo que vivimos no paso por que si, si no que paso por que lo decimos así. Las cosas que hicimos quedaran en mi mente y alguna que otra vez las traeré hacia mi conciencia, pero solo para recordar que alguna vez fui el amante.

Tengo que decirle algo... Las cosas que hicimos las hicimos pero no las repetiremos.