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Esta obra es de Joseph Chuñe Rios bajo licencia de Creative Commons.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La Muerte Ronda el Barrio I

Un sábado esperados por todos, una marca de cerveza generaba esa festividad. Los amigos y no tan amigos quedaban para encontrase en algún lugar. El motivo era único, beber hasta perder la razón. Cerca de la hora de encuentro decidí, salir antes que todos. Conversar con alguna persona interesante era la motivación. Cerca del lugar en donde la mayoría de varones del barrio se reunen para timbear. Ahi los encontre parados a los tres personajes de la noche.

Los tres eran personajes obscuros, con algún tipo de clarividencia que la vida movida les habia otorgado. Yo escuchando las historias de algunas cosas extrañas hechas durantes viajes o en la misma ciudad. No perdía la mirada de ninguno, cuando las conversaciones se empezaron a mezclar. Cada dos de los personajes empezaron con temas distintos, tan distintos como la vida y la muerte. Solo el señor O-- seguia en la misma linea desde el comienzo, pense que tal vez solo habia vivido movidamente.

Me comento que habia salido de una parillada, que habia llegado en busca de las personas con las que siempre paraba. En un momento la conversacion solo se centro en los dos. ¿Cual es tu negocio pregunto?... mi respuesto no se hizo esperar... conmigo no pasa nada. Me miro a los ojos y se empezo a reir. Empezo a contarme un chiste de esos aquellos, que entiendes a la primera vez, pues no habra segunda oportunidad para hacerlo.

De pronto todos quedamos en silencio, una sombra se aparecio entre nosotros. Como cual llamarada que encuentra de a pocos al cigarro que sera consumido. La pregunta de los tres personajes no se hizo esperar.¿Lo conoces?- se preguntabas entre ellos y luego la misma cuestion para mi. El señor O-- , con la palabras de su circulo social nos digo... como pendejo pasa por aca ... y lo perdimos de vista . Cuando la conversacion y los cigarros empezaron a tomar su habitual circulo. El personaje regreso pero esta vez acompañado.

La compañera de este desconocido, un mujer fria, de boca de volcan y besos de hierro, de pronto todo paso en contados segundos. El personaje tomando por la parte mas curvilinea de su compañera, nos empujo - gritando- Tu eres O-- L-- y su femina acompañante lanzo sus primeros gritos. Nadie entendia que paso. Luego el Señor O-- al tratar de defenderse de las palabras tan hirientes de la acompañante, realizo un moviento desconcertante para alejarse. Otra vez se escucharon los gritos de la dama.

En pocos segundo el personaje desconocido corrio tan apresuradamente en compañia de su amiga, aboradaron una moto y el señor O-- quedo de pie, a punto de desmoronarse. Se podia observar la magnitud de las heridas. Se podia ver como la vida le habia robado los gritos de esa mujer de besos de hierro. Poco a poco fue perdiendo color, de pronto las personas salieron de sus casas, mas gritos aún. El señor O-- nos miro a todos y todos lo miramos a el, en un suspiro de niño pidio un vaso con agua. Cuando el agua le fue traida, ya no pronunciaba palabra. Llego su hermanos en un carro y lo llevaron a ser atendido.

Tengo que decirte algo... La muerte encontro al señor O-- de cinco disparos en el cuerpo.