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Esta obra es de Joseph Chuñe Rios bajo licencia de Creative Commons.

sábado, 17 de abril de 2010

El Roble Antiguo de la Casa

Tengo recuerdos muy vividos de todas las cosas que pase con mi abuelito, Papa Cuchi, le deciamos de cariño. Recuerdo esas incontables reuniones con sus amigos en la sala de la casa, llena de musica y carcajadas, las antiguas jaranas me digeron un dia por ahi. En ese ambiente de alegria conoci a mi abuelito. Siempre que recuerdo su ojos verdes claros y sus cabellos blancos como el algodon. Sus pantalones de vestir y su camisas que le quedaban tan bien acompañados de sus zapatos negros de punta siendo la caracteristica escencial el lustre en ellos.

En las jaranas todos teniamos que participar de alguna u otra forma, empezabamos a cantar o bailar. Los nietos que eramos en ese tiempo novedad en la familia formabamos la pequeña jauria de artistas. Con el paso del tiempo las jaranas se hiban reduciendo, el abuelo perdio audicion de un oido, luego mas adelante perderia la audicion de los dos, pero siempre habian motivos para reunirse con sus grandes amigos de toda la vida.

Conforme fue pasando el tiempo los clasicos amigos del abuelito Chuchi o Papi Lore como le decian por el barrio hiban desapareciendo uno a uno. Poco a poco las deudas de la vida hacian que el embargo de muchas personas sean inevitables. El abuelito lleno de vitalidad, siempre encontro nuevas compañias, mientras los nietos que algun momento solo veiamos el vainven de las botellas, empezamos a servinos los vasos con sus contenidos. Luego no paso mucho tiempo para ser nosotros la nueva compañia de las jaranas del abuelitos, compartiamos tantos sentimientos y emociones que se generaban grandes conversaciones. Claro que el por su problema de audicion le escribiamos para hacerle participe de las conversaciones.

Recuerdo al abuelito si no estaba en jarana se encontraba leyendo o saludando a alguien, pues era muy conocido. Sentado en afuera de su casa con una silla blanca, cada mañana a la hora de levantarse era casi una ceremonia salir y encontrarse con el abuelito, robarle una sonrisa. Asi empezabamos el dia de una manera positiva.

Pero realmente la vida nos pasa la cuenta de todo las cosas que hemos realizado a lo largo de la vida. El abuelito no era un ser ajeno a esto y poco a poco empezo a decaer luego de haber sufrido una rotura de cadera. Poco a poco se dejo ir, un dia asi como empezo a ponerse mal lo llevamos al hospital, una semana mas duro ahi. El recuerdo del hospital es muy tetrico aun cuando entro ahi recuerdo tantas tardes junto a mi abuelito. Tardes en las cuales solo nos mirabamos a los ojos, la familia esperaba mejoria y algunos otros esperaban el descanzo.

El tragico dia llego, la cita que tenia con mi abuelita solo se habia retrasado unos años; el 21 de mayo se nos fue de las manos el abuelito, otra vez el corazon se sentia solo otro pilar de la familia nos habia hecho recuerdo que estamos por la vida solo de pasada dejando corazones heridos y sentimientos muy profundo que a pesar del tiempo siempre recordaremos.

Tengo que decirte algo ... Abuelito te extraño demasiado aun, quisiera regresar el tiempo para poder compatir contigo una vez mas esa sonrisa que tan bien te cubrian el rostro o tal vez embriagarnos con un par de cervezas al polo.