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Esta obra es de Joseph Chuñe Rios bajo licencia de Creative Commons.

viernes, 9 de abril de 2010

Mamá C.

Hace algun tiempo atras entre a un nuevo hogar donde fui recibido de una manera muy agradable. Dentro de esta casa exisitia un ser lleno de sabiduria, gran fuente de conocimiento y al mismo tiempo una gran conversadora. Conforme fue pasando el tiempo fue naciendo en mi ese sentimiento que solamente se puede sentir con la familia. Empeze a sentirme miembro de esa familia, parte de ella, de su dia a dia, las conversaciones con Mamá C era muy encantadoras.

En esas conversaciones podiamos tratar tantos temas variados y secretos que solamente yo tuve la dicha de conocer, la gracia de conversar con ella fue el mayor de los placeres que he tenido. Me considero una persona con la cual se puede conversar todo tipo de cosas. Mamá C es de ese tipo de personas que desde que la vez sabes que le caes bien o mal, desde que la vi me pude dar cuenta que podiamos pasar horas y horas sentados conversando de tantas cosas. Ahora que ya no lo puedo hacer extraño tanto esas grandes tertulias acompañadas de aguita fria cocida, huevito frito y arroz que caian tan bien con una tazita de cafe.

Como extraño ese cafe que tan bien compartiamos con Mamá C, era parte de un ritual el estar sentados alrededor de la mesa viendo pasar a su gata, es ahora que siento la necesidad de tomarte un cafe con ella, para poder conversar preguntarle tantas cosas que en su momento le pude preguntar pero no me daba cuenta que existian tantas interrogantes para las conversaciones. La forma de hablar de Mamá C era muy sencilla pero en su sencilles decia tantas cosas complejas y las entendia. Aun retumban en mis oidos la primera conversacion con ella, hablabamos de una gran tema y la respuesta que recibio de mi parte fue que tenemos que saber discernir entre las dos. Desde ese momento nos caimos muy bien con ella.

Ahora que ha pasado tanto tiempo y no recuerdo la ultima conversacion con ella pero si la recuerdo muy bien a ella, siento tantas ganas de conversar con ella. Mamá C si le digera tantas inquietudes que tiene mi alma que me diria de que forma me confortaria el espitiru.

Tengo que decirte algo... Mamá C realmente me hace falta su conversacion, ahora me doy cuenta que siempre tuve que buscar consejo en usted :)